1. Movimiento del agua:
El agua destilada tiene una concentración de soluto baja en comparación con el interior de una célula animal. Debido a la ósmosis, las moléculas de agua tienden a entrar en la célula a través de la membrana celular semipermeable para igualar las concentraciones.
2. Hinchazón:
A medida que el agua ingresa a la célula, el volumen de la célula aumenta. La célula se hincha y se vuelve turgente debido al aumento de la presión interna.
3. Pérdida de forma celular:
A medida que la célula se hincha, pierde su forma original. La forma esférica de la célula se ve comprometida y puede distorsionarse o tener una apariencia irregular.
4. Daño a los orgánulos celulares:
La entrada excesiva de agua puede alterar el funcionamiento normal de los orgánulos celulares. Los orgánulos pueden diluirse o desorganizarse, afectando su capacidad para realizar procesos celulares esenciales.
5. Ruptura de Membrana Celular:
Si la célula continúa hinchándose, la membrana celular puede alcanzar su límite de elasticidad y eventualmente romperse. Esto conduce a la fuga del contenido de las células al agua circundante.
En resumen, colocar una célula animal en agua destilada hace que la célula se hinche debido a la entrada de agua, lo que provoca la alteración de las estructuras celulares, la función de los orgánulos y, en última instancia, la lisis o ruptura celular.