1. Producción de líquido seminal: Las glándulas seminales son responsables de la mayor parte de la producción de líquido seminal. Este líquido constituye alrededor del 60-70% del volumen total del semen.
2. Aporte de nutrientes: El líquido seminal contiene varios nutrientes que son esenciales para la salud y el funcionamiento de los espermatozoides. Estos incluyen la fructosa, que sirve como fuente de energía para los espermatozoides, así como aminoácidos, proteínas, enzimas y vitaminas.
3. Alcalinización del Semen: El líquido seminal tiene un pH ligeramente alcalino, lo que ayuda a neutralizar el ambiente ácido de la vagina. Este pH alcalino crea un ambiente más favorable para la supervivencia y motilidad de los espermatozoides.
4. Protección del esperma: El líquido seminal contiene sustancias que protegen a los espermatozoides de diversos factores nocivos. Estas sustancias incluyen antioxidantes, que neutralizan los radicales libres que pueden dañar los espermatozoides, y péptidos antimicrobianos, que ayudan a proteger los espermatozoides de infecciones.
5. Coagulación y Licuefacción: El líquido seminal sufre dos cambios importantes después de la eyaculación. Inicialmente, se coagula en una forma semisólida, lo que previene la pérdida inmediata de semen del tracto reproductivo femenino. Este estado de coagulación es temporal y el líquido seminal posteriormente se licua, lo que permite la liberación y el movimiento de los espermatozoides.
6. Producción de prostaglandinas: Las glándulas seminales contribuyen a la producción de prostaglandinas, sustancias similares a hormonas que desempeñan un papel en los procesos reproductivos femeninos. Las prostaglandinas pueden influir en las contracciones uterinas y la dilatación cervical durante el parto.
Es importante señalar que las glándulas seminales trabajan en conjunto con otras glándulas accesorias, como la próstata y las glándulas bulbouretrales (glándulas de Cowper), para contribuir a la composición y función general del semen. Juntas, estas glándulas proporcionan un entorno adecuado para la supervivencia y el transporte de espermatozoides, lo que mejora la probabilidad de una fertilización y reproducción exitosas.