Cerebros más grandes: La selección natural podría favorecer a los individuos con mayores capacidades cerebrales, lo que conduciría a una mayor inteligencia y capacidades cognitivas.
Sentidos intensificados: Algunos científicos proponen que los humanos del futuro podrían desarrollar capacidades sensoriales mejoradas, como una visión o una audición mejoradas, para adaptarse a entornos cambiantes.
Tamaño Reducido: Existe la posibilidad de que los humanos evolucionen para ser más pequeños, requiriendo menos recursos y adaptándose a espacios limitados o diferentes nichos ecológicos.
Sistemas inmunológicos mejorados: Los humanos del futuro podrían poseer sistemas inmunológicos más fuertes para combatir enfermedades y patógenos emergentes de manera más efectiva.
Ingeniería genética: Los avances tecnológicos en ingeniería genética podrían dar forma a la próxima especie humana, lo que podría conducir a modificaciones que mejoren los rasgos físicos, la resistencia a las enfermedades y la longevidad.
Cabello Reducido: Los humanos podrían adaptarse a ambientes más cálidos perdiendo la mayor parte del vello corporal, de manera similar a lo que sucede en algunas poblaciones humanas en la actualidad.
Vida útil más larga: Los avances en la tecnología médica y las terapias genéticas podrían prolongar significativamente la esperanza de vida humana.
Adaptaciones para ambientes extremos: Si los humanos colonizan diferentes planetas o ambientes con condiciones extremas, podrían desarrollar adaptaciones especializadas, como resistencia a la radiación o al frío extremo.
Agresión reducida: Algunos investigadores especulan que la selección natural podría favorecer a individuos con tendencias agresivas reducidas, promoviendo la cooperación y la estabilidad social.
Mayor empatía: La evolución puede priorizar a individuos con mayor empatía, mejorando la cohesión social y la cooperación dentro de los grupos humanos.
Bioluminiscencia: Algunos científicos sugieren que los humanos del futuro podrían desarrollar la capacidad de producir luz a través de organismos bioluminiscentes dentro de sus cuerpos, lo que ayudaría en condiciones de poca luz.
Rasgos híbridos: El mestizaje con otras especies estrechamente relacionadas, como los neandertales o los denisovanos, podría dar lugar a rasgos híbridos que combinen características beneficiosas de ambas especies.
Es importante señalar que estas son ideas especulativas y que la evolución humana futura sigue siendo muy incierta y sujeta a varios factores impredecibles.