Estructura celular: Las arqueas y las bacterias son organismos procarióticos, lo que significa que carecen de núcleo y otros orgánulos unidos a membranas. Otros reinos, como los protistas, los hongos, las plantas y los animales, son eucariotas y tienen núcleos rodeados de membranas bien definidos y orgánulos especializados.
Ausencia de Cloroplastos y Mitocondrias: Las arqueas y las bacterias no poseen cloroplastos ni mitocondrias, que son orgánulos esenciales para la fotosíntesis y la producción de energía en plantas y animales, respectivamente. Las arqueas suelen depender de la fermentación o la respiración anaeróbica para producir energía, mientras que algunas bacterias pueden utilizar la fotosíntesis o la respiración aeróbica.
Composición única de la pared celular: Las arqueas tienen una composición de pared celular única en comparación con las bacterias. Mientras que las paredes celulares bacterianas contienen peptidoglicano, las paredes celulares de las arqueas pueden contener pseudomureína u otros polímeros únicos. Esta diferencia en la estructura de la pared celular tiene importancia taxonómica e implicaciones para la susceptibilidad a los antibióticos.
Adaptación a entornos extremos: Las arqueas son famosas por su capacidad para prosperar en ambientes extremos, como aguas termales, lagos ácidos o respiraderos hidrotermales en el fondo del océano. Algunas bacterias también están adaptadas a condiciones extremas, pero es digna de mención la versatilidad de las arqueas en su rango ambiental.
Variación genética: Las arqueas y las bacterias exhiben una importante diversidad genética y variación en sus genomas, lo que contribuye a su adaptabilidad y supervivencia en diversos ecosistemas. Sus características genéticas y relaciones evolutivas a menudo los diferencian de otros reinos.
Metabolismo y Adquisición de Energía: Las arqueas y las bacterias muestran una amplia gama de vías metabólicas y mecanismos de producción de energía. Esta diversidad se refleja en su capacidad para utilizar una variedad de sustratos para el crecimiento y la supervivencia. Incluyen extremófilos, fotótrofos, quimioautótrofos y diversas relaciones simbióticas.
En resumen, las arqueas y las bacterias se diferencian de otros reinos debido a su naturaleza procariota, composición única de la pared celular, diversas capacidades metabólicas y adaptabilidad a ambientes extremos. Estas características distintivas subrayan sus distintos caminos evolutivos y contribuyen a su importancia ecológica.