Pastizales Templados: Los conejos se encuentran comúnmente en pastizales templados caracterizados por pastos exuberantes y arbustos dispersos. Estos pastizales proporcionan abundante alimento y refugio para los conejos, incluidas varias especies de plantas y madrigueras para refugiarse.
Bosques Templados: Los conejos también prosperan en bosques templados con una mezcla de árboles, arbustos y espacios abiertos. La vegetación del sotobosque y las hojas caídas ofrecen abundante alimento y refugio para los conejos.
Desiertos: Ciertas especies de conejos, como el conejo del desierto, están adaptadas a ambientes desérticos. Pueden tolerar temperaturas extremas y conservar el agua de forma eficaz, lo que les permite sobrevivir en estas duras condiciones.
Tundra: Algunas especies de conejos habitan en las regiones frías y sin árboles de la tundra. Estos conejos dependen de su pelaje grueso y su grasa corporal aislante para soportar temperaturas bajo cero y esconderse bajo tierra en busca de refugio.
regiones climáticas mediterráneas: Los conejos se adaptan bien a las regiones de clima mediterráneo caracterizadas por veranos calurosos y secos e inviernos suaves y húmedos. La vegetación de estas regiones proporciona recursos suficientes para que prosperen los conejos.
Dunas Costeras: Ciertas especies de conejos, como el conejo europeo, se han adaptado a los sistemas dunares costeros. Estos conejos crean madrigueras en las dunas de arena, utilizando la tierra suelta como refugio y protección.