Durante el entrecruzamiento, los cromosomas homólogos se emparejan y forman una estructura llamada tétrada. En los sitios donde los cromosomas están estrechamente apareados, se puede intercambiar material genético. El intercambio se produce entre cromátidas no hermanas, que son las dos cromátidas de cada cromosoma homólogo que no son idénticas.
El proceso de cruce se puede dividir en los siguientes pasos:
Sinapsis:Los cromosomas homólogos se juntan y se emparejan formando una tétrada.
Formación de quiasmas:se forman estructuras en forma de cruz llamadas quiasmas en los sitios donde los cromosomas están estrechamente emparejados.
Entrecruzamiento:el material genético se intercambia entre cromátidas no hermanas en los quiasmas.
Después del cruce, los cromosomas homólogos se separan y se mueven a polos opuestos de la célula. Los gametos resultantes (óvulos y espermatozoides) portarán las nuevas combinaciones de alelos que se crearon durante el cruce.
El proceso de cruzamiento es esencial para mantener la diversidad genética dentro de una población. Garantiza que cada individuo tenga una combinación única de alelos, lo que aumenta las posibilidades de supervivencia y adaptación a entornos cambiantes.