Así es como la insulina promueve el almacenamiento de glucógeno:
- Aumento de la absorción de glucosa: La insulina estimula las células del hígado y los músculos esqueléticos para que absorban glucosa del torrente sanguíneo.
- Activación de la Glucógeno Sintasa: La insulina activa la enzima glucógeno sintasa, que es responsable de añadir moléculas de glucosa a las cadenas de glucógeno.
- Inhibición de la Glucógeno Fosforilasa: La insulina inhibe la enzima glucógeno fosforilasa, que descompone el glucógeno en glucosa.
Mediante estos mecanismos, la insulina garantiza que la glucosa se convierta eficientemente en glucógeno y se almacene para su uso futuro cuando bajen los niveles de glucosa en sangre. En ausencia de insulina, o en condiciones como resistencia a la insulina o diabetes, la absorción de glucosa y la síntesis de glucógeno se ven afectadas, lo que provoca niveles elevados de glucosa en sangre y diversas complicaciones de salud.