El bioma en el que los descomponedores funcionan más eficientemente es la selva tropical. Este bioma se caracteriza por su clima cálido y húmedo y su exuberante vegetación. Las altas temperaturas y la humedad de la selva tropical proporcionan las condiciones ideales para la actividad microbiana, mientras que la abundante vida vegetal proporciona un suministro constante de materia orgánica. Como resultado, los descomponedores de la selva tropical pueden descomponer la materia orgánica muy rápidamente, lo que ayuda a reciclar los nutrientes nuevamente en el ecosistema.