Watson y Crick no utilizaron un microscopio para ver la molécula de ADN. Utilizaron cristalografía de rayos X, una técnica que utiliza rayos X para determinar la estructura de los cristales. En este caso, los cristales eran de fibras de ADN. Los patrones de difracción de rayos X producidos por los cristales permitieron a Watson y Crick deducir la estructura de doble hélice del ADN.