- Protege las vías respiratorias: El moco forma una capa protectora en la superficie del tracto respiratorio y recubre las fosas nasales, la garganta y los pulmones. Esta capa atrapa el polvo, el polen, las bacterias y otras partículas extrañas inhaladas, impidiendo que lleguen a los delicados tejidos pulmonares.
- Facilita la eliminación de partículas extrañas: La capa mucosa se mueve constantemente hacia arriba a través del tracto respiratorio debido a la acción de los cilios, pequeñas estructuras parecidas a pelos en la superficie de las células respiratorias. Este movimiento, conocido como limpieza mucociliar, transporta las partículas y la mucosidad atrapadas hacia la garganta, donde se pueden toser o tragar.
- Mantiene la hidratación: La mucosidad ayuda a mantener el tracto respiratorio húmedo y lubricado. Este ambiente húmedo es esencial para el correcto funcionamiento de los cilios y para prevenir la desecación y la irritación de los delicados tejidos respiratorios.
- Defensa inmunológica: El moco contiene varias células y moléculas inmunitarias, incluidos anticuerpos, que pueden reconocer y neutralizar patógenos como bacterias y virus. Esto ayuda a defender el sistema respiratorio contra las infecciones.
En el tracto gastrointestinal (GI):
- Lubricación: El moco en el tracto gastrointestinal ayuda a lubricar el paso de los alimentos y otros materiales, facilitando su movimiento suave a través del esófago y los intestinos.
- Protección de la mucosa: El moco forma una barrera protectora sobre el revestimiento interno del tracto gastrointestinal, protegiéndolo del ambiente ácido, las enzimas digestivas y la abrasión mecánica.
- Absorción selectiva: El moco regula la absorción de nutrientes, agua y electrolitos en el tracto gastrointestinal. Permite selectivamente el paso de determinadas sustancias evitando al mismo tiempo la absorción de sustancias nocivas.
- Defensa inmunológica: Al igual que el tracto respiratorio, la capa mucosa del tracto gastrointestinal contiene células y moléculas inmunitarias que ayudan a defenderse contra los patógenos y ayudan a mantener una flora intestinal saludable.
- Fuente de nutrientes para bacterias beneficiosas: Algunos de los componentes del moco, como las mucinas, pueden descomponerse y utilizarse como fuente de energía por las bacterias intestinales beneficiosas, lo que contribuye a un microbioma intestinal saludable.