La secuencia de aminoácidos de una proteína determina su estructura y función. La estructura de una proteína está determinada por las interacciones entre sus aminoácidos. Estas interacciones pueden hacer que la proteína se pliegue en una forma específica, lo cual es esencial para su función. La función de una proteína está determinada por su forma y sus propiedades químicas. Por ejemplo, algunas proteínas son enzimas que catalizan reacciones químicas, mientras que otras son proteínas estructurales que brindan apoyo y fuerza a las células.
Por tanto, la secuencia de ADN de un gen determina en última instancia la función de la proteína que codifica. Este es un principio fundamental de la biología molecular.