La respuesta correcta a esta pregunta es "enlaces de hidrógeno". Los enlaces de hidrógeno son fuerzas intermoleculares que se forman entre un átomo de hidrógeno unido covalentemente a un átomo electronegativo (como nitrógeno, oxígeno o flúor) y otro átomo electronegativo. En el contexto del ADN, se forman enlaces de hidrógeno entre las bases nitrogenadas de nucleótidos adyacentes, específicamente entre adenina y timina, y entre guanina y citosina. Estos enlaces de hidrógeno desempeñan un papel crucial en la estabilización de la estructura de la doble hélice del ADN, asegurando el emparejamiento de bases adecuado y manteniendo la información genética almacenada en la molécula de ADN.