Las reacciones diatómicas pueden ser exotérmicas o endotérmicas. En las reacciones exotérmicas, se libera energía cuando se forman los enlaces entre los átomos o moléculas. En las reacciones endotérmicas, la energía se absorbe cuando se rompen los enlaces.
Uno de los ejemplos más comunes de reacción diatómica es la combustión de gas hidrógeno y oxígeno para formar vapor de agua. En esta reacción, dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno reaccionan para formar dos moléculas de agua, liberando energía en forma de calor y luz.
Otro ejemplo de reacción diatómica es la reacción entre el monóxido de carbono y el oxígeno gaseoso para formar dióxido de carbono. En esta reacción, una molécula de monóxido de carbono y dos moléculas de oxígeno reaccionan para formar dos moléculas de dióxido de carbono, liberando energía en forma de calor.
Las reacciones diatómicas también son importantes en el estudio de la química atmosférica. Por ejemplo, la reacción entre el gas nitrógeno y el oxígeno para formar óxidos de nitrógeno es una reacción diatómica que contribuye a la formación de smog.
Las reacciones diatómicas son una parte fundamental de la química y desempeñan un papel en muchos procesos diferentes, desde la combustión de combustibles hasta la formación de contaminantes atmosféricos.