Los segundos mensajeros suelen ser moléculas pequeñas que pueden difundirse a través de la membrana celular. Algunos de los segundos mensajeros más comunes incluyen iones de calcio (Ca2+), diacilglicerol (DAG) y monofosfato de adenosina cíclico (AMPc).
Cuando una señal extracelular se une a un receptor en la superficie celular, puede activar una proteína G. Las proteínas G son proteínas unidas a la membrana que pueden unirse al GTP (trifosfato de guanosina). Cuando una proteína G se une a GTP, se activa y luego puede unirse y activar una proteína efectora.
Las proteínas efectoras son enzimas u otras proteínas que pueden desencadenar una cascada de eventos intracelulares. Por ejemplo, los canales de Ca2+ activados pueden provocar un aumento de la concentración de Ca2+ intracelular. El aumento de la concentración de Ca2+ intracelular puede activar una variedad de procesos celulares, como la contracción muscular, la liberación de neurotransmisores y la expresión genética.
Los segundos mensajeros son una parte importante de la señalización celular. Permiten que las células respondan a señales extracelulares de forma rápida y coordinada.