El ciclo celular es una serie de eventos por los que pasa una célula a medida que crece y se divide. La decisión de dividirse o no se toma en un punto crítico del ciclo celular llamado punto de control G1/S. Si la célula tiene suficientes nutrientes y factores de crecimiento, pasará a la fase S del ciclo celular y comenzará a replicar su ADN. Sin embargo, si la célula está estresada o carece de los recursos necesarios, se detendrá en el punto de control G1/S y no se dividirá.
En el nuevo estudio, los investigadores de la UCSF descubrieron que las células pueden revertir su decisión de detenerse en el punto de control G1/S y proceder a dividirse. Esto sucede cuando las células están expuestas a un factor de crecimiento llamado factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1). El IGF-1 activa una vía de señalización que conduce a la fosforilación de una proteína llamada Rb. La Rb fosforilada libera un factor de transcripción llamado E2F, que promueve la progresión del ciclo celular.
Los investigadores también descubrieron que la capacidad de las células para revertir su decisión de detenerse en el punto de control G1/S está controlada por un microARN llamado miR-21. miR-21 es una pequeña molécula de ARN que regula la expresión genética. Los investigadores encontraron que los niveles de miR-21 aumentan en las células que están expuestas a IGF-1, y que miR-21 es necesario para que las células reviertan su decisión de detenerse en el punto de control G1/S.
El nuevo estudio proporciona información sobre cómo las células toman la decisión de dividirse y cómo se puede revertir esta decisión. Este conocimiento podría tener implicaciones para comprender y tratar el cáncer, así como para desarrollar nuevas terapias regenerativas. Por ejemplo, los investigadores sugieren que podría ser posible utilizar IGF-1 o miR-21 para promover el crecimiento de tejido nuevo en pacientes que han sufrido un derrame cerebral o un ataque cardíaco.
El estudio fue publicado en la revista Nature Cell Biology.