Bostezar es un comportamiento contagioso; sin embargo, no se cree que estornudar sea contagioso de la misma manera. El bostezo se desencadena por la activación del sistema de neuronas espejo, que nos permite imitar las acciones y emociones de los demás, mientras que el estornudo es una respuesta refleja a la irritación o infección de las fosas nasales.