Los síntomas del GID pueden variar, pero pueden incluir:
* Un deseo fuerte y persistente de ser del sexo opuesto.
* Malestar o angustia sobre las propias características sexuales.
* Un deseo de vivir como el sexo opuesto.
* Participar en actividades típicamente asociadas con el sexo opuesto.
* Tener una fuerte preferencia por la ropa, los juguetes o las actividades del sexo opuesto.
* Evitar actividades típicamente asociadas con el propio sexo.
El GID lo diagnostica un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo. El diagnóstico se basa en los síntomas de la persona y en una evaluación exhaustiva de su historial y funcionamiento actual.
Existen varios tratamientos para el GID, que incluyen:
* Terapia hormonal: Esto implica tomar hormonas que hacen que el cuerpo de la persona desarrolle las características físicas del sexo opuesto.
* Cirugía: Esto puede implicar procedimientos para cambiar los órganos sexuales de la persona y otras características físicas.
* Psicoterapia: Esto puede ayudar a la persona a afrontar los desafíos emocionales y psicológicos del GID.
El objetivo del tratamiento para el GID es ayudar a la persona a lograr la identidad de género deseada y vivir una vida plena.
Es importante tener en cuenta que el GID no es una enfermedad mental. Es una condición legítima que puede causar angustia y deterioro significativos en la vida de una persona. Con el tratamiento adecuado, las personas con TIG pueden vivir una vida feliz y plena.