* Insumos químicos reducidos: Los agricultores orgánicos no utilizan pesticidas, herbicidas ni fertilizantes sintéticos, que pueden aumentar los rendimientos.
* Aumento de la presión de las malas hierbas: Los agricultores orgánicos deben recurrir a métodos que requieren más mano de obra para controlar las malezas, lo que puede restar tiempo y recursos a otras tareas agrícolas.
* Disponibilidad de agua reducida: Los agricultores orgánicos pueden tener menos acceso al agua para riego, lo que puede limitar el crecimiento de los cultivos.
* Aumento de la presión de enfermedades y plagas: Los cultivos orgánicos pueden ser más susceptibles a enfermedades y plagas que los cultivos convencionales, debido a la falta de pesticidas sintéticos.
* Requisitos de rotación de cultivos: Los agricultores orgánicos deben rotar cultivos, lo que puede reducir los rendimientos en el corto plazo.
* Limitaciones de la fertilidad del suelo: Es posible que las prácticas de agricultura orgánica no repongan los nutrientes del suelo con tanta eficacia como las prácticas convencionales, lo que lleva a una reducción de los rendimientos con el tiempo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el rendimiento de los cultivos orgánicos puede variar significativamente según el sistema agrícola específico, el tipo de cultivo y las condiciones ambientales. Algunos agricultores orgánicos pueden lograr rendimientos comparables a los convencionales, o incluso superiores. Además, la agricultura orgánica puede ofrecer otros beneficios, como una mejor salud del suelo, calidad del agua y biodiversidad.