1. Almacenamiento en frío :Mantener frutos y flores a bajas temperaturas, normalmente en condiciones de refrigeración, ralentiza los procesos de maduración y senescencia, alargando así su vida útil.
2. Embalaje en atmósfera modificada (MAP) :Se trata de modificar la composición de los gases dentro del envase para ralentizar la frecuencia respiratoria y reducir la producción de etileno, una hormona que desencadena la maduración.
3. Absorbedores de etileno :Los materiales de embalaje o productos químicos especialmente diseñados pueden absorber el gas etileno, impidiendo o ralentizando así el proceso de maduración.
4. Tratamientos químicos :Ciertos compuestos químicos, como el 1-metilciclopropeno (1-MCP), se pueden aplicar a las frutas para bloquear los efectos del etileno y retrasar la maduración.
5. Maduración Controlada :Algunos productos, como los plátanos, se cosechan inmaduros y se someten a condiciones de maduración controladas, que implican exposición a gases y temperaturas específicas, para lograr la madurez deseada.
6. Antioxidantes :Algunos ingredientes antienvejecimiento utilizados en productos para el cuidado de la piel, como la vitamina C y el resveratrol, tienen propiedades antioxidantes que pueden ayudar a proteger los tejidos vegetales del estrés oxidativo y prolongar la vida útil.
7. Modificaciones genéticas :Los investigadores están explorando modificaciones genéticas en ciertas plantas para retrasar el inicio de la maduración y extender la vida útil de los productos.
Es importante señalar que, si bien algunos principios e ingredientes antienvejecimiento pueden tener aplicaciones potenciales en la conservación de plantas, todavía requieren una investigación y un desarrollo exhaustivos para poder utilizarlos en la práctica en la agricultura y la horticultura.