Hay varias razones por las que el cambio de sexo no es más común. Una razón es que es un proceso complejo y arriesgado. El cambio de sexo suele implicar una reorganización importante del cuerpo, incluidos los órganos reproductivos. Este puede ser un proceso peligroso y muchos animales que intentan cambiar de sexo no sobreviven.
Otra razón por la que el cambio de sexo no es más común es que muchas veces no es necesario. En la mayoría de las especies, los machos y las hembras pueden coexistir pacíficamente y reproducirse con éxito. Por lo tanto, no es necesario que los animales cambien de sexo para encontrar pareja.
Por último, el cambio de sexo puede resultar costoso en términos de energía y recursos. Para cambiar de sexo, un animal debe invertir una cantidad significativa de energía y recursos en el proceso. Esto puede ser una desventaja en un entorno competitivo, donde los animales compiten constantemente por alimentos y otros recursos.
Por todas estas razones, el cambio de sexo es un fenómeno relativamente raro en el reino animal. Es un proceso complejo y arriesgado que muchas veces no es necesario ni rentable.