Investigaciones anteriores han demostrado que las vacas alimentadas con dietas ricas en grasas insaturadas, como las que se encuentran en el aceite de maíz, producen leche con menor contenido de grasa en comparación con las vacas alimentadas con dietas ricas en grasas saturadas, como las que se encuentran en el aceite de palma. Sin embargo, los mecanismos detrás de este efecto no se comprenden completamente.
"Ésta es una cuestión muy importante para la industria láctea porque el contenido de grasa de la leche es un determinante importante de la calidad de la leche y de la eficiencia del procesamiento de la leche", dijo Kaczmarek. "Comprender cómo la dieta afecta el contenido de grasa de la leche podría conducir a nuevas estrategias para mejorar la producción y la calidad de la leche".
La investigación de Kaczmarek se centra en el papel de una proteína llamada PPARα en la regulación de la síntesis de grasa láctea. PPARα es un factor de transcripción, lo que significa que controla la expresión de otros genes. Estudios anteriores han demostrado que PPARα participa en la regulación de la expresión de genes implicados en el metabolismo de los ácidos grasos.
Para estudiar el papel del PPARα en la síntesis de grasa láctea, Kaczmarek creó ratones genéticamente modificados para que carecieran de PPARα. Luego alimentó a estos ratones con dietas ricas en grasas saturadas o insaturadas y midió el contenido de grasa láctea de su leche.
Los resultados mostraron que los ratones que carecían de PPARα producían leche con menor contenido de grasa que los ratones que tenían PPARα. Esto sugiere que PPARα desempeña un papel en la regulación de la síntesis de grasa láctea.
"Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre el papel de PPARα en la síntesis de grasa láctea y sugiere que apuntar a esta proteína podría ser una estrategia potencial para manipular el contenido de grasa láctea en las vacas", dijo Kaczmarek.
La investigación de Kaczmarek es parte de un esfuerzo mayor para comprender las complejas interacciones entre la dieta, el metabolismo y la producción de leche. Al estudiar el papel de genes y proteínas específicos, los investigadores esperan comprender mejor cómo la dieta afecta la calidad de la leche y la eficiencia del procesamiento de la leche. Este conocimiento podría conducir a nuevas estrategias para mejorar la industria láctea.