Es difícil decir cuál de estos factores es más importante a la hora de determinar los rasgos y características de una persona, ya que todos desempeñan un papel. Los genes proporcionan el modelo básico para el desarrollo de un organismo, pero el medio ambiente también puede tener un impacto significativo. Por ejemplo, una persona que crece en un entorno afectado por la pobreza puede tener más probabilidades de desarrollar problemas de salud que alguien que crece en un entorno rico. Los acontecimientos fortuitos también pueden influir, como que una persona que sufre un accidente automovilístico pueda sufrir una lesión cerebral que afecte su personalidad.
En realidad, los genes, el entorno y el azar trabajan juntos para determinar los rasgos y características de una persona. Es imposible decir cuál de estos factores es el más importante, ya que todos influyen.