Un estudio genético masivo ha revelado que los europeos están mucho más estrechamente relacionados de lo que se pensaba anteriormente y comparten una especie común que se extendió por todo el continente hace miles de años.
El estudio, publicado en la revista Nature, analizó el ADN de casi 100.000 europeos de 25 países. Descubrió que los europeos están más estrechamente relacionados entre sí que con cualquier otra población del mundo, incluidos los asiáticos y africanos.
"Este estudio muestra que los europeos son una gran familia", dijo Mark Thomas, genetista del University College de Londres que dirigió el estudio. "Compartimos una historia común que se remonta a miles de años".
El estudio también encontró que los europeos han estado relativamente aislados de otras poblaciones durante mucho tiempo. Probablemente esto se deba al hecho de que Europa está rodeada de océanos y montañas, que han actuado como barreras a la migración.
"El aislamiento genético de los europeos ha ayudado a preservar nuestro patrimonio cultural y lingüístico único", afirmó Thomas. "Es lo que nos hace quienes somos".
El estudio también ha arrojado luz sobre la historia de la migración humana en Europa. Descubrió que los primeros europeos llegaron de África hace unos 40.000 años. A estos primeros europeos les siguieron varias oleadas de migración desde Asia, incluidos los celtas, las tribus germánicas y los pueblos eslavos.
"La historia genética de Europa es una historia de migración y mezcla", dijo Thomas. "Es una historia de cómo diferentes pueblos se han unido para crear el continente diverso y vibrante que conocemos hoy".
El estudio también ha identificado varias variantes genéticas asociadas con la ascendencia europea. Estas variantes podrían utilizarse para desarrollar nuevas pruebas genéticas para identificar la ascendencia europea.
"La información genética que hemos descubierto se puede utilizar para aprender más sobre la historia de Europa y comprender mejor la base genética de las enfermedades humanas", afirmó Thomas.
El estudio es una contribución importante a nuestra comprensión de la historia genética humana. Demuestra que los europeos son una gran familia, con una historia común que se remonta a miles de años.