En la selección natural, los organismos que están mejor adaptados a su entorno tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Esto significa que los organismos que tienen rasgos que les ayudan a sobrevivir en su entorno tienen más probabilidades de transmitir esos rasgos a su descendencia.
Las bacterias sacrificiales tienen una característica que les ayuda a sobrevivir en su entorno:son capaces de producir una sustancia que mata a otras bacterias. Esta sustancia puede ayudar a proteger las bacterias de sacrificio para que no sean eliminadas por otras bacterias.
Sin embargo, las bacterias sacrificiales también pagan un precio por este rasgo:a menudo mueren por la sustancia que producen. Por eso se les llama bacterias "de sacrificio".
Entonces, las bacterias sacrificiales no son altruistas ni simplemente desafortunadas. Son simplemente organismos que siguen las reglas de la selección natural.