Los antibióticos son esenciales en el tratamiento de infecciones bacterianas. Sin embargo, las bacterias han desarrollado mecanismos para protegerse de estos medicamentos que salvan vidas. En particular, algunas bacterias pueden detener el crecimiento y entrar en un estado inactivo, lo que reduce su metabolismo y su sensibilidad a los antibióticos, lo que les ayuda a sobrevivir a los tratamientos con antibióticos.
Para curar completamente una infección bacteriana y evitar el desarrollo de resistencia, es esencial comprender cuánto tiempo puede persistir el patógeno en dichos estados latentes. Sin embargo, los métodos para medir cuánto tiempo las bacterias pueden resistir diferentes medicamentos son complejos y pueden tardar varios días en dar resultados.
Ahora, investigadores de la EPFL han desarrollado un nuevo método que cuantifica rápidamente cuánto tiempo pueden sobrevivir las bacterias al tratamiento con antibióticos. El nuevo método se basa en medir el tamaño de las células bacterianas y requiere un dispositivo sencillo que pueda construirse fácilmente en cualquier laboratorio.
El método, denominado QUIPS-q (Imágenes CUantitativas de Persistencia y Supervivencia para cuantificar la persistencia bacteriana y la cuantificación de la supervivencia bacteriana), permite a los investigadores medir la distribución del tamaño de las células bacterianas en un entorno determinado. Al rastrear cómo cambia la distribución del tamaño de las células con el tiempo, QUIPS-q revela cuánto tiempo pueden persistir las bacterias bajo tratamiento antimicrobiano.
El equipo de EPFL probó su nuevo método en dos especies de bacterias que comúnmente causan infecciones en humanos:Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa. Descubrieron que las bacterias podían sobrevivir al tratamiento con antibióticos durante varias horas o días, dependiendo del antibiótico utilizado.
Los investigadores también probaron QUIPS-q en bacterias que estuvieron previamente expuestas a antibióticos. Descubrieron que las bacterias que habían estado expuestas previamente a los antibióticos podían sobrevivir más tiempo bajo el tratamiento con antibióticos, lo que indica que las bacterias habían desarrollado resistencia.
El nuevo método proporciona una forma sencilla y rápida de medir cuánto tiempo pueden sobrevivir las bacterias al tratamiento con antibióticos y puede utilizarse para investigar la persistencia bacteriana y la resistencia a los antimicrobianos.