Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha descubierto un paso clave en cómo el VIH secuestra células humanas y las convierte en fábricas para producir más virus.
El hallazgo, publicado en la revista Nature, podría conducir a nuevos tratamientos para el VIH al impedir que el virus se arraigue en las células.
El VIH es un retrovirus que ataca el sistema inmunológico del cuerpo y provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El virus ingresa a las células humanas uniéndose a una proteína llamada CD4, que se encuentra en la superficie de ciertas células inmunes, incluidas las células T y los macrófagos.
Una vez dentro de la célula, el VIH utiliza su material genético para producir una proteína llamada transcriptasa inversa, que convierte el ARN del virus en ADN. Este ADN luego se integra en el propio ADN de la célula, donde puede permanecer inactivo o usarse para producir más virus.
El equipo de la UCSF descubrió que una proteína celular llamada SAMHD1 desempeña un papel clave en impedir que el VIH integre su ADN en el ADN de la célula. SAMHD1 hace esto descomponiendo los nucleótidos, que son los componentes básicos del ADN.
Los investigadores descubrieron que el VIH puede superar este bloqueo produciendo una proteína llamada Nef, que se une a SAMHD1 e inhibe su actividad. Nef se encuentra en la superficie de las células infectadas, donde puede unirse a SAMHD1 y evitar que descomponga los nucleótidos.
El hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos para el VIH al bloquear la unión de Nef a SAMHD1. Esto permitiría a SAMHD1 descomponer los nucleótidos y evitar que el VIH integre su ADN en el ADN de la célula.
"Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre los mecanismos por los cuales el VIH secuestra las células humanas", afirmó el coautor del estudio, el Dr. Robert Siliciano. "Nuestros hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para el VIH que impidan que el virus establezca una infección en las células".
La investigación fue apoyada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH).