La ricina es una proteína derivada de la planta de aceite de ricino. Es una de las sustancias más tóxicas que se conocen y sólo unos pocos miligramos pueden ser mortales si se ingieren, se inhalan o se inyectan. La ricina actúa dañando el ribosoma, impidiéndole producir proteínas que las células necesitan para sobrevivir.
Estudios anteriores han demostrado que la ricina se une a un sitio específico del ribosoma, llamado sitio A ribosomal. Sin embargo, se desconocen los detalles de esta interacción.
El nuevo estudio, publicado en la revista Nature Communications, proporciona la visión más detallada hasta el momento de cómo interactúa la ricina con el ribosoma. Los investigadores utilizaron una técnica llamada microscopía crioelectrónica para capturar imágenes del complejo ribosoma-ricina con una resolución de 3,5 angstroms. Este nivel de detalle permitió a los investigadores ver cómo cada átomo de ricina interactúa con el ribosoma.
Los investigadores descubrieron que la ricina se une al ribosoma de una manera que bloquea el sitio A, evitando que el ribosoma se una al ARN de transferencia (ARNt), que transporta aminoácidos al ribosoma durante la síntesis de proteínas. Esta unión también hace que el ribosoma adopte una conformación distorsionada, lo que inhibe aún más la síntesis de proteínas.
Los investigadores dicen que sus hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos medicamentos para tratar la intoxicación por ricina. Estos medicamentos podrían diseñarse para bloquear la unión de la ricina al ribosoma, o podrían diseñarse para estabilizar el ribosoma en su conformación funcional, evitando que la ricina lo distorsione.
Los investigadores también dicen que su estudio podría ayudar a mejorar la detección de ricina. Al comprender cómo interactúa la ricina con el ribosoma, los científicos podrán desarrollar nuevos biosensores que puedan detectar incluso cantidades muy pequeñas de ricina en el medio ambiente.
La ricina es una grave amenaza como arma biológica y el desarrollo de nuevos fármacos y métodos de detección es esencial para proteger contra su uso. El nuevo estudio proporciona información valiosa sobre el mecanismo molecular del envenenamiento por ricina, que podría conducir al desarrollo de nuevas contramedidas contra esta toxina mortal.