La hipótesis se basa en la observación de que a menudo se encuentran semillas duras en plantas que crecen en ambientes secos o fríos. Estos entornos pueden ser muy desafiantes para las plantas y las semillas duras pueden ayudarlas a sobrevivir protegiéndolas de daños.
Por ejemplo, es menos probable que los animales o insectos coman las semillas duras. También es menos probable que sufran daños por condiciones climáticas extremas, como fuertes vientos o lluvias intensas.
Además, las semillas duras pueden germinar mejor en ambientes hostiles. La dureza de la cubierta de la semilla puede ayudar a proteger al embrión de daños durante la germinación.
La hipótesis de que las semillas duras son una adaptación para ayudar a las plantas a sobrevivir en ambientes hostiles aún se está probando, pero es una explicación prometedora para este fenómeno.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo las semillas duras pueden ayudar a las plantas a sobrevivir en ambientes hostiles:
* En ambientes secos, las semillas duras pueden ayudar a prevenir la pérdida de agua de la semilla. Esto es importante porque el agua es escasa en ambientes secos y las plantas necesitan conservar la mayor cantidad de agua posible.
* En ambientes fríos, las semillas duras pueden ayudar a proteger al embrión del daño causado por las temperaturas bajo cero. Las temperaturas bajo cero pueden dañar las membranas celulares de las plantas, pero las semillas duras pueden ayudar a proteger al embrión de este daño.
* En ambientes con vientos fuertes, las semillas duras pueden ayudar a evitar que se las lleve el viento. Esto es importante porque las semillas deben poder asentarse en un lugar adecuado para poder germinar y crecer.
* En ambientes con lluvias intensas, las semillas duras pueden ayudar a evitar que el agua las arrastre. Esto es importante porque las semillas deben poder permanecer en su lugar para poder germinar y crecer.
La dureza de las semillas es un rasgo complejo que probablemente esté influenciado por varios factores. La nueva hipótesis de que las semillas duras son una adaptación para ayudar a las plantas a sobrevivir en ambientes hostiles es una explicación prometedora para este fenómeno, pero se necesita más investigación para comprender completamente el papel de la dureza de las semillas en la supervivencia de las plantas.