El modelo, desarrollado por investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, se basa en la idea de que las rayas se forman mediante un proceso de autoorganización. Esto significa que las rayas surgen espontáneamente, sin ninguna guía externa.
El modelo funciona simulando las interacciones entre las células de la piel del pez cebra. Estas células producen dos sustancias químicas, llamadas activador e inhibidor. El químico activador promueve la formación de rayas, mientras que el químico inhibidor previene la formación de rayas.
El modelo muestra que las rayas se forman cuando los químicos activadores e inhibidores alcanzan un cierto equilibrio. Este equilibrio se logra mediante un proceso de retroalimentación, donde el químico activador estimula la producción de inhibidor y el químico inhibidor estimula la producción de activador.
El modelo también muestra que las rayas son sensibles a los cambios en el medio ambiente. Por ejemplo, si el pez cebra se expone a una luz brillante, las rayas se volverán más pronunciadas. Esto se debe a que la luz brillante estimula la producción de un químico activador.
El nuevo modelo proporciona una mejor comprensión de cómo el pez cebra obtiene sus rayas. También tiene implicaciones para comprender otros sistemas biológicos que forman patrones, como las rayas de los tigres y las manchas de los leopardos.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications.