Una vez que los sideróforos se han unido al hierro, se convierten en complejos sideróforo-hierro. Luego, estos complejos se transportan al interior de las células bacterianas a través de receptores de membrana específicos. Una vez dentro de las células, el hierro se libera de los complejos sideróforo-hierro, dejándolo disponible para diversos procesos metabólicos que las bacterias necesitan para su crecimiento y reproducción.
La producción de sideróforos permite que las bacterias que pudren las plantas compitan con otros microorganismos y plantas por los escasos recursos de hierro en el medio ambiente. Al quelar y transportar eficazmente el hierro, estas bacterias obtienen una ventaja en la adquisición de este nutriente vital, que es esencial para muchas funciones celulares, incluida la producción de energía, la síntesis de ADN y la respiración.
Los sideróforos también pueden desempeñar un papel en la patogenicidad de las bacterias que pudren las plantas. Algunas bacterias utilizan sideróforos para eliminar el hierro de las plantas hospedantes, lo que provoca privación de nutrientes y daño tisular. Este proceso contribuye al desarrollo de enfermedades de pudrición blanda en las plantas, caracterizadas por la descomposición y maceración de los tejidos vegetales.
Además, los sideróforos pueden tener implicaciones más allá del mundo microbiano. Pueden formar complejos con otros metales además del hierro, como el aluminio, el cobre y el zinc, lo que influye en su disponibilidad y ciclo en el medio ambiente. Esto puede tener consecuencias ecológicas, afectando a las comunidades microbianas y a la dinámica de los nutrientes en los ecosistemas.
Comprender el papel de los sideróforos en las bacterias que pudren las plantas proporciona información sobre su importancia ecológica, sus interacciones con las plantas hospedantes y su impacto potencial en los sistemas agrícolas. También destaca las complejas interacciones y la competencia por los nutrientes esenciales que ocurren en las comunidades microbianas y el medio ambiente.