Un estudio genético reciente realizado sobre el genoma de las ovejas ha arrojado nueva luz sobre la historia evolutiva de las ovejas y las cabras y su divergencia como especies distintas. La investigación proporciona información sobre los factores genéticos que definen las características únicas y las adaptaciones biológicas de estas dos especies estrechamente relacionadas.
Hallazgos clave:
- División antigua: Mediante análisis genómico comparativo, los investigadores identificaron un momento de divergencia de hace unos 11,4 millones de años entre los antepasados de las ovejas y las cabras modernas. Esta divergencia se produjo durante la época del Mioceno, una fase importante en la evolución de los mamíferos.
- Ascendencia compartida: A pesar de sus diferencias, tanto las ovejas como las cabras provienen de un ancestro común que compartía similitudes genéticas con antiguas especies de antílopes. Esto subraya su ascendencia compartida dentro de la familia Bovidae.
- Adaptación y Selección: El estudio destacó las presiones selectivas que influyeron en la configuración de los rasgos genéticos tanto de ovejas como de cabras a lo largo del tiempo. Por ejemplo, se observó una fuerte selección en genes implicados en la digestión y el metabolismo, probablemente debido a su adaptación a dietas diversas.
- Diferencias genéticas clave: La secuenciación del genoma reveló varias diferencias genéticas clave entre las dos especies. Estas variaciones se identificaron en genes relacionados con el color del pelaje, los cuernos y la función inmune, lo que contribuyó a los distintos rasgos fenotípicos observados en ovejas y cabras.
Implicaciones:
Los conocimientos adquiridos en este estudio ayudan a avanzar en nuestra comprensión de la evolución de las especies animales domesticadas y los procesos que han dado forma a su diversidad genética. La identificación de diferencias genéticas ofrece vías potenciales para la cría selectiva y la ingeniería genética destinadas a mejorar los rasgos deseables en las poblaciones de ovejas y cabras.
Además, el estudio destaca la importancia de la investigación genética para rastrear los orígenes y las relaciones de las especies. Al examinar el modelo del ADN, los investigadores pueden desentrañar los caminos evolutivos que han llevado a la rica biodiversidad que observamos hoy.