Cómo la coherencia trófica explica la estabilidad de las redes alimentarias
En una red alimentaria, se produce un circuito de retroalimentación cuando una especie consume y es consumida por otra especie. Por ejemplo, si la especie A se come a la especie B y la especie B se come a la especie C, entonces hay un circuito de retroalimentación entre las especies A y C.
Los bucles de retroalimentación pueden provocar oscilaciones en las poblaciones de las especies involucradas. Por ejemplo, si la especie A se come a la especie B y la especie B se come a la especie C, entonces un aumento en la población de la especie A conducirá a una disminución en la población de la especie B. Esto luego conducirá a un aumento en la población de la especie C, lo que a su vez conducirá a una disminución en la población de la especie A. Este ciclo puede repetirse, provocando oscilaciones en las poblaciones de las tres especies.
La falta de circuitos de retroalimentación, por otro lado, promueve la estabilidad en las redes alimentarias. Esto se debe a que cuando no existen circuitos de retroalimentación, las poblaciones de especies no están directamente vinculadas entre sí. Como resultado, los cambios en la población de una especie no necesariamente conducirán a cambios en las poblaciones de otras especies. Esto hace que las redes alimentarias sean más resistentes a las perturbaciones y tengan más probabilidades de permanecer estables.
Por qué las redes alimentarias tienen pocos circuitos de retroalimentación
Hay varias razones por las que las redes alimentarias tienden a tener pocos circuitos de retroalimentación. Una razón es que es más probable que se produzcan bucles de retroalimentación en redes alimentarias que están altamente conectadas. Esto se debe a que en una red alimentaria altamente conectada, hay más oportunidades para que las especies consuman y sean consumidas por otras especies. Como resultado, las redes alimentarias altamente conectadas tienen más probabilidades de ser inestables.
Otra razón por la que las redes alimentarias tienen pocos circuitos de retroalimentación es que la selección natural favorece a las especies que pueden evitar ser devoradas. Esto se debe a que las especies que se comen tienen menos probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Como resultado, con el tiempo, las especies desarrollan rasgos que las hacen menos propensas a ser consumidas. Estos rasgos pueden incluir cosas como camuflaje, defensas químicas y adaptaciones de comportamiento.
La combinación de estos factores conduce a redes alimentarias que están estructuradas de una manera que minimiza el número de circuitos de retroalimentación y maximiza la estabilidad. Es por esto que las redes tróficas son capaces de permanecer estables a pesar de los constantes cambios que se producen en el medio ambiente.