Los investigadores estudiaron dos especies invasoras, la hormiga argentina y la ambrosía común, que se han extendido a nuevas regiones del mundo y se han convertido en plagas importantes. Descubrieron que ambas especies habían desarrollado cambios significativos en sus genes, fisiología y comportamiento que les permitieron prosperar en sus nuevos hábitats.
Por ejemplo, la hormiga argentina ha desarrollado una forma más eficiente de transportar alimentos, lo que le permite competir con las especies de hormigas nativas por los recursos. La ambrosía común ha tenido una temporada de crecimiento más larga y produce más semillas, lo que le da una ventaja sobre las plantas nativas.
El estudio también encontró que las especies invasoras a menudo evolucionan de manera que las hacen más resistentes a los depredadores y las enfermedades. Esto puede hacerlos aún más difíciles de controlar, ya que es menos probable que sean asesinados por enemigos naturales.
Los investigadores dicen que sus hallazgos resaltan la importancia de comprender cómo evolucionan las especies invasoras, ya que este conocimiento puede usarse para desarrollar estrategias más efectivas para gestionarlas y controlarlas.
Éstos son algunos de los hallazgos clave del estudio:
* Las especies invasoras experimentan una rápida evolución, adaptándose a sus nuevos entornos y teniendo más éxito en competir con las especies nativas.
* Tanto la hormiga argentina como la ambrosía común han desarrollado cambios significativos en sus genes, fisiología y comportamiento que les permitieron prosperar en sus nuevos hábitats.
* Las especies invasoras a menudo evolucionan de manera que las hacen más resistentes a los depredadores y las enfermedades.
* Comprender cómo evolucionan las especies invasoras es importante para desarrollar estrategias efectivas para gestionarlas y controlarlas.