1. Invasión:
- Adjunto inicial: Shigella inicialmente se adhiere a la superficie de las células epiteliales humanas a través de adhesinas específicas, como IpaB, IpaC e IpaD. Estas adhesinas se unen a receptores en la superficie de la célula huésped, facilitando la adherencia bacteriana.
- Activación de la señalización de la célula huésped: La unión de Shigella desencadena cascadas de señalización dentro de la célula huésped, lo que lleva a la reorganización del citoesqueleto de actina y al rizado de la membrana. Esto facilita la formación de copas fagocíticas que engullen a las bacterias.
- Entrada a la célula anfitriona: Shigella aprovecha el proceso fagocítico mediante el uso de un sistema de secreción tipo III (T3SS) para inyectar proteínas efectoras en la célula huésped. Estos efectores manipulan los procesos celulares, permitiendo que las bacterias entren y sobrevivan dentro de la célula huésped.
2. Replicación intracelular:
- Formación de Vacuola Intracelular: Una vez dentro de la célula huésped, Shigella reside dentro de un compartimento rodeado de membrana llamado vacuola intracelular espaciosa (SIV). Esta vacuola proporciona un entorno protector para las bacterias y les permite replicarse.
- Explotación de los recursos de la célula huésped: Shigella manipula los procesos de la célula huésped para obtener los nutrientes y la energía necesarios para su crecimiento y replicación. Adquiere metabolitos de la célula huésped, elimina el hierro e interrumpe las vías celulares para crear un entorno intracelular adecuado para su supervivencia.
3. Respuesta inmune desregulada:
- Fagocitosis alterada: Las proteínas efectoras T3SS de Shigella interfieren con las funciones fagocíticas y bactericidas normales de las células huésped, permitiendo que las bacterias evadan la destrucción intracelular.
- Activación de Respuestas Proinflamatorias: La infección por Shigella desencadena la producción de citocinas y quimiocinas proinflamatorias, lo que provoca inflamación y reclutamiento de células inmunitarias. Sin embargo, las bacterias pueden manipular estas respuestas inflamatorias en su beneficio, alterando la vigilancia inmune normal y promoviendo su supervivencia.
- Evasión de células inmunes: Shigella puede diseminarse desde las células infectadas a las células vecinas, evitando la detección inmune del huésped y estableciendo nuevos sitios de infección.
4. Muerte de la célula huésped y daño tisular:
- Citotoxicidad: La infección por Shigella puede provocar la muerte de la célula huésped a través de diversos mecanismos, que incluyen apoptosis, piroptosis y necrosis. Estos procesos contribuyen al daño tisular y a los síntomas clínicos asociados con la shigelosis.
- Señalización celular desregulada: Las proteínas efectoras de Shigella alteran las vías de señalización de la célula huésped, afectando la regulación del ciclo celular, la organización del citoesqueleto y la apoptosis. Esta desregulación puede contribuir aún más al daño tisular y la gravedad de la enfermedad.
Comprender la intrincada interacción entre las células humanas y la Shigella patógena es esencial para desarrollar terapias dirigidas que puedan combatir eficazmente la shigelosis y minimizar el daño a los tejidos del huésped. Se necesita más investigación para desentrañar los mecanismos moleculares subyacentes a estas interacciones e identificar posibles objetivos terapéuticos para mejorar los resultados del tratamiento de la shigelosis.