1.Evaluación de amenazas:
- Las abejas dependen de sus sistemas sensoriales, incluidos la vista, el olfato y el tacto, para evaluar posibles amenazas. Factores como movimientos rápidos, vibraciones o contacto físico pueden desencadenar una respuesta de alarma.
- Las abejas guardianas estacionadas en la entrada de la colmena actúan como la primera línea de defensa, evaluando amenazas potenciales y comunicando el nivel de riesgo a otras abejas.
2. Defensa de colonias versus defensa individual:
- Las abejas pican principalmente para defender su colonia y no para defenderse a sí mismas. Las abejas individuales rara vez pican a menos que perciban una amenaza inmediata a sus propias vidas.
- La colonia en su conjunto decide cuándo iniciar una respuesta defensiva basándose en la evaluación colectiva del nivel de amenaza.
3. Señales de comunicación y alarma:
- Cuando una abeja detecta una amenaza, libera feromonas de alarma, como el acetato de isopentilo, que se propaga rápidamente por toda la colonia.
- Estas feromonas desencadenan una reacción en cadena que hace que otras abejas se pongan alerta y se preparen para la defensa.
4. Funciones defensivas dentro de la colonia:
- Ciertas abejas dentro de la colonia, como las abejas guardianas y las soldados, tienen la tarea específica de defender la colmena. Es más probable que estas abejas piquen en respuesta a amenazas.
- Las abejas recolectoras, responsables de recolectar recursos, también pueden picar si se interrumpen sus actividades de búsqueda de alimento.
5. Picar como último recurso:
- Las abejas generalmente prefieren evitar las picaduras, ya que esto tiene un coste elevado. El aguijón de una abeja tiene púas y, a menudo, las partes de su cuerpo se arrancan cuando pica, lo que provoca la muerte de la abeja.
- Las abejas utilizan primero varios mecanismos de defensa no agresivos, como zumbidos, cabezazos y mordiscos. El escozor suele ser la medida final y más drástica.
6. Factores ambientales:
- Las condiciones ambientales, como las temperaturas extremas o la escasez de alimentos, pueden influir en la actitud defensiva de las abejas. Las abejas estresadas o agitadas pueden ser más propensas a comportamientos defensivos.
7. Genética y variación de especies:
- Las diferentes especies de abejas presentan distintos grados de actitud defensiva. Se sabe que algunas especies, como las abejas africanizadas, son más defensivas y pueden responder de manera más agresiva a las amenazas percibidas.
- La variación genética dentro de una especie también puede influir en la actitud defensiva de las abejas individuales.
En conclusión, la decisión de las abejas de picar o no implica una compleja interacción de señales sensoriales, mecanismos de comunicación, funciones defensivas dentro de la colonia, factores ambientales y variaciones genéticas. Las abejas han desarrollado estrategias sofisticadas para evaluar y responder a las amenazas, asegurando la protección y supervivencia de sus colonias.