Muchos animales han reutilizado genes que originalmente estaban involucrados en el desarrollo de otras estructuras, como aletas o alas, para desarrollar extremidades. Por ejemplo, los genes Hox, que son esenciales para especificar la identidad de diferentes segmentos del cuerpo a lo largo del eje anteroposterior, también participan en el desarrollo de las extremidades. En los vertebrados, los genes Hox se expresan en diferentes combinaciones en la extremidad en desarrollo para especificar los diferentes segmentos de la extremidad, como la parte superior del brazo, el antebrazo, la muñeca y la mano.
Ojos:
Los ojos de diferentes animales han evolucionado de forma independiente varias veces y, como resultado, a menudo han reutilizado genes que originalmente estaban involucrados en otras funciones. Por ejemplo, el gen Pax6, esencial para el desarrollo del ojo en los vertebrados, también se expresa en el cerebro en desarrollo, donde interviene en el desarrollo del techo óptico, estructura que interviene en el procesamiento visual. Además, el gen Pax6 también se expresa en el páncreas en desarrollo, donde participa en la diferenciación de las células de los islotes pancreáticos.
La reutilización de genes para diferentes funciones es un tema común en la evolución. Permite a los animales desarrollar nuevas estructuras y adaptaciones sin tener que empezar de cero. Al reutilizar genes que ya están presentes en el genoma, los animales pueden adaptarse rápida y eficientemente a nuevos entornos.