1. Partenogénesis:
- En la partenogénesis, los óvulos no fertilizados de las hembras pueden convertirse en nuevos individuos sin ninguna contribución genética masculina.
- Se encuentra comúnmente en invertebrados como pulgones, pulgas de agua y algunos reptiles (por ejemplo, dragones de Komodo).
- La descendencia resultante suele ser clones de la madre.
2. Autofertilización:
- Esto ocurre en organismos hermafroditas, capaces de reproducirse tanto masculina como femenina.
- Un individuo fertiliza sus propios óvulos internamente o utiliza un mecanismo para transferir esperma a sus óvulos.
- Visto en algunos caracoles de agua dulce, lombrices de tierra y platelmintos.
3. Pseudogamia:
- En la pseudogamia, las hembras requieren la presencia de espermatozoides o el proceso de apareamiento, pero no se produce una fecundación real. El esperma actúa como un "desencadenante" para iniciar el desarrollo.
- Se encuentra en algunos invertebrados como los rotíferos y las avispas de las agallas.
4. Partenogénesis facultativa:
- Ciertas especies exhiben la capacidad de reproducirse tanto asexual como sexualmente en diferentes condiciones ambientales.
- Si no hay parejas disponibles o las condiciones favorecen el rápido crecimiento de la población, las hembras pasan a la partenogénesis.
- Los ejemplos incluyen Daphnia y ciertas especies de peces.
5. Ginogénesis:
- La ginogénesis ocurre cuando se requiere de un espermatozoide para desencadenar el desarrollo, pero su material genético no está incorporado. El esperma actúa únicamente como un "activador del desarrollo".
- Los descendientes son genéticamente idénticos a sus madres, similar a la partenogénesis.
- Visto en algunos peces, salamandras e invertebrados.
6. Hibridogénesis:
- En la hibridogénesis, las hembras de una especie se aparean con machos de una especie estrechamente relacionada. Sin embargo, los espermatozoides masculinos contribuyen mayoritariamente al desarrollo del embrión, mientras que el aporte femenino se elimina o incorpora parcialmente.
- Común en algunos peces y anfibios.
El sexo críptico resalta la notable versatilidad y adaptabilidad de la naturaleza en el ámbito de la reproducción. En ambientes donde encontrar una pareja adecuada puede ser un desafío o donde los recursos son escasos, la capacidad de ciertas especies para reproducirse asexualmente proporciona una ventaja evolutiva que garantiza la supervivencia de las especies.