El estudio, publicado en la revista "Scientific Reports", se centró en dos especies de loros:el periquito y la rosella carmesí. Los investigadores registraron vocalizaciones de múltiples individuos dentro de cada especie y utilizaron análisis acústicos avanzados para extraer características únicas de sus llamadas. Sorprendentemente, descubrieron que cada loro tenía una huella de voz distinta, caracterizada por patrones específicos de modulación de frecuencia y amplitud.
Estas firmas vocales se mantuvieron constantes a lo largo del tiempo, incluso cuando los loros imitaron diferentes sonidos o cambiaron su tono. Esta notable estabilidad vocal sugiere que las huellas de voz en los loros son características inherentes, potencialmente influenciadas por su genética, anatomía y experiencias de aprendizaje vocal.
Para comprobar si los loros podían reconocerse entre sí basándose en sus huellas de voz, los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos de reproducción. Reprodujeron llamadas grabadas de loros conocidos y desconocidos tanto para periquitos como para rosellas carmesí. Las aves respondieron con más fuerza a las llamadas de individuos familiares, lo que indica que pudieron reconocer a los miembros de su bandada en función de sus firmas vocales únicas.
Los investigadores creen que las huellas de voz de los loros sirven como insignias acústicas que facilitan el reconocimiento individual dentro de una bandada. Esta capacidad podría ser particularmente importante para mantener vínculos sociales, coordinar actividades grupales y facilitar una comunicación eficiente en entornos sociales dinámicos.
Además, los hallazgos tienen implicaciones para comprender la evolución de la comunicación vocal en loros y otras especies. Los investigadores sugieren que las huellas de voz pueden haber surgido como resultado de la selección natural que favorece a los individuos con firmas vocales distintas. Esto mejoraría su capacidad de ser reconocidos y recordados por sus congéneres, proporcionando una ventaja en diversas interacciones sociales.
Más allá de los conocimientos científicos, el descubrimiento de huellas de voz únicas en los loros subraya la notable complejidad y sofisticación de la comunicación animal. Se suma a la creciente evidencia de que los animales utilizan una amplia gama de señales vocales para transmitir información y establecer conexiones sociales, destacando la vibrante riqueza del mundo natural.