Los científicos han identificado ocho nuevas especies de abejas, pertenecientes al género Nesosphecodes, que se encuentran en varias islas remotas del Pacífico, desde Filipinas e Indonesia hasta la Polinesia Francesa. Se teoriza que una única abeja ancestral pudo haber iniciado el viaje desde el Sudeste Asiático, llegando primero a las islas de Filipinas e Indonesia, como sugiere el descubrimiento de cinco nuevas especies de abejas en estas áreas.
A través de un proceso de "salto de isla en isla", la abeja finalmente llegó a las islas de Fiji y Samoa, donde se descubrieron tres nuevas especies de abejas más. Desde Samoa, la abeja se dispersó hacia las Islas Marquesas de la Polinesia Francesa, convirtiéndolas en el destino final de este extraordinario viaje. El viaje de la diminuta abeja a través de grandes distancias y múltiples islas es un testimonio de su notable resiliencia y adaptabilidad.
Este descubrimiento desafía las nociones tradicionales sobre los patrones de dispersión y resalta la importancia de las islas oceánicas remotas como trampolines para las especies que se mueven sobre grandes masas de agua. El estudio también enfatiza la importancia ecológica única de estas islas como hogar de especies distintivas de abejas y contribuye a nuestra comprensión de cómo se dispersa la vida por el planeta.