1. Homo sapiens arcaico:El Homo sapiens arcaico, como el Homo heidelbergensis y el Homo rhodesiensis, vivieron en África hace entre 600.000 y 300.000 años. Poseían una mayor capacidad craneal en comparación con los homínidos anteriores, lo que sugiere el desarrollo de capacidades cognitivas más avanzadas.
2. Homo neanderthalensis:Los neandertales, estrechamente relacionados con los humanos modernos, coexistieron con los primeros humanos en Eurasia hace aproximadamente 400.000 a 30.000 años. Los neandertales compartían similitudes genéticas con los humanos modernos, pero tenían características físicas distintas y adaptaciones a ambientes fríos.
3. Homo sapiens sapiens:Los humanos modernos, Homo sapiens sapiens, surgieron en África hace unos 200.000 años y posteriormente se extendieron a otras partes del mundo. Durante este período se produjeron varios cambios genéticos que contribuyeron a la dispersión de nuestra especie, su adaptación a diversos entornos y el desarrollo de capacidades cognitivas complejas.
a) Lenguaje y cognición:las variaciones genéticas en genes relacionados con el aprendizaje vocal, como FOXP2, pueden haber permitido a los humanos desarrollar habilidades avanzadas de comunicación y lenguaje.
b) Desarrollo del cerebro:Los cambios en genes implicados en el desarrollo del cerebro y la conectividad neuronal, como los relacionados con la microcefalina (MCPH1), pueden haber contribuido a la expansión y reorganización del cerebro humano.
c) Metabolismo y adaptación:las adaptaciones genéticas permitieron a los primeros humanos explotar nuevos nichos ecológicos y fuentes de alimento. Por ejemplo, las variaciones en los genes relacionados con el metabolismo de los lípidos y el almacenamiento de grasas pueden haber sido cruciales para la supervivencia en climas más fríos.
d) Sistema inmunológico:los cambios genéticos en los genes de la respuesta inmune ayudaron a defenderse de enfermedades y patógenos encontrados durante las migraciones y adaptaciones a nuevos entornos.
e) Características físicas:Las variaciones genéticas contribuyeron al desarrollo de los rasgos físicos humanos modernos, como la postura erguida, la reducción del vello corporal y los cambios en la estructura facial.
Es importante señalar que estas variaciones genéticas se acumularon durante largos períodos de tiempo mediante el proceso de selección natural, donde los rasgos ventajosos se transmitieron a las generaciones posteriores, lo que llevó al surgimiento de la especie humana moderna.