1. Liberación de señal:
- Cuando las células de levadura de tipos de apareamiento opuestos (a y α) se encuentran, liberan feromonas específicas al medio ambiente.
- Estas feromonas son pequeñas moléculas peptídicas que actúan como señales químicas y son únicas para cada tipo de apareamiento.
2. Receptores de feromonas:
- Cada célula de levadura tiene receptores de feromonas en su superficie. Estos receptores son proteínas que se unen específicamente a las feromonas del tipo de apareamiento opuesto.
- Cuando una feromona se une a su receptor, desencadena una vía de transducción de señales dentro de la célula.
3. Transducción de señal:
- La unión de la feromona al receptor activa una cascada de eventos intracelulares conocida como vía de apareamiento.
- Esta vía implica la activación de proteínas G, proteínas quinasas y otras moléculas de señalización.
4. Morfogénesis:
- Como resultado de la activación de la vía de apareamiento, las células de levadura sufren cambios morfológicos para prepararse para el apareamiento.
- Por ejemplo, forman proyecciones alargadas llamadas shmoos que se extienden hacia la fuente de la feromona, permitiendo que las células entren en estrecho contacto.
5. Fusión celular:
- Cuando los shmoos de dos células compatibles entran en contacto, se fusionan para formar un cigoto.
- La fusión es facilitada por proteínas específicas llamadas fusógenos presente en la superficie celular. Estas proteínas ayudan a fusionar las membranas plasmáticas de las dos células, permitiendo que el citoplasma y el material genético se combinen.
6. Intercambio genético:
- Después de la fusión celular, el material genético de las dos células haploides (a y α) se combina, dando como resultado un cigoto diploide.
- Este cigoto diploide puede luego sufrir meiosis para producir esporas haploides que pueden convertirse en nuevos individuos.
A lo largo de este proceso, las proteínas involucradas en la producción de feromonas, la recepción de feromonas, la transducción de señales, la morfogénesis y la fusión celular desempeñan papeles cruciales para garantizar una comunicación exitosa entre células de levadura de tipos de apareamiento opuestos. Este elaborado sistema de comunicación mediado por proteínas permite a las levaduras encontrar parejas compatibles y reproducirse, asegurando la continuación de su especie.