Pseudomonas aeruginosa es una bacteria notoria responsable de causar infecciones pulmonares graves y persistentes en pacientes con fibrosis quística. Uno de los principales desafíos en el tratamiento de estas infecciones es la capacidad de la bacteria para formar biopelículas, que son capas protectoras que dificultan que los antibióticos penetren y eliminen la bacteria.
En un estudio reciente publicado en la revista 'Cell Reports', investigadores de la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad de California, San Francisco, descubrieron un enfoque prometedor para interrumpir la formación de estas biopelículas. El equipo identificó un tipo específico de célula inmune llamada células linfoides innatas (ILC) que desempeña un papel crucial en la lucha contra las infecciones por Pseudomonas aeruginosa en los pulmones.
Se descubrió que estas ILC producen una molécula llamada interleucina-22 (IL-22), que activa otro tipo de células inmunes conocidas como células epiteliales. Las células epiteliales recubren las vías respiratorias y crean una barrera contra las infecciones. Cuando se activan por IL-22, las células epiteliales liberan moléculas antimicrobianas que pueden matar directamente a la bacteria Pseudomonas aeruginosa.
Para validar el papel de la IL-22 producida por ILC, los investigadores realizaron experimentos utilizando modelos de ratón con fibrosis quística infectados con Pseudomonas aeruginosa. La administración de IL-22 a estos ratones redujo significativamente la carga bacteriana en sus pulmones y mejoró la supervivencia general.
Los investigadores también observaron que el tratamiento con IL-22 aumentó la producción de otras moléculas antimicrobianas y mejoró la respuesta inmune contra las bacterias. Estos hallazgos sugieren que la IL-22 derivada de ILC podría servir como un objetivo terapéutico para el tratamiento de infecciones crónicas por Pseudomonas aeruginosa en pacientes con fibrosis quística.
"Este descubrimiento podría conducir a nuevas estrategias de tratamiento que mejoren la producción o actividad de la IL-22 derivada de ILC, o administrarla directamente a pacientes con fibrosis quística como una forma de prevenir o combatir infecciones persistentes por Pseudomonas aeruginosa", dijo el autor principal del estudio. "Se necesitan más investigaciones para explorar la seguridad y eficacia de este enfoque en humanos".
El estudio destaca la importancia de comprender la respuesta inmune en la lucha contra las infecciones crónicas asociadas con la fibrosis quística y abre vías para desarrollar nuevas intervenciones terapéuticas.