La proteína motora, llamada kinesina-1, es responsable de transportar orgánulos y otras cargas dentro de las células. Lo hace caminando a lo largo de microtúbulos, que son fibras largas y delgadas que forman el citoesqueleto de la célula.
Kinesin-1 avanza a lo largo del microtúbulo alternando entre dos estados conformacionales. En el primer estado, el dominio de la cabeza de la proteína está unido al microtúbulo y el dominio de la cola se extiende. En el segundo estado, el dominio de la cabeza no está unido al microtúbulo y el dominio de la cola está plegado.
Los investigadores descubrieron que el dominio de la cola de la kinesina-1 desempeña un papel fundamental en la capacidad de la proteína para moverse a lo largo de los microtúbulos. El dominio de la cola interactúa con la superficie de los microtúbulos y ayuda a estabilizar la unión de la proteína a los microtúbulos.
Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para enfermedades que afectan el movimiento celular. Por ejemplo, se podrían utilizar fármacos dirigidos al dominio de la cola de la kinesina-1 para inhibir la actividad de la proteína y evitar que las células se muevan. Esto podría resultar beneficioso en el tratamiento de enfermedades como el cáncer y los trastornos neurodegenerativos, que se caracterizan por un movimiento celular anormal.
Los investigadores continúan estudiando la kinesina-1 y su papel en el movimiento celular. Esperan que sus hallazgos conduzcan a nuevos tratamientos para enfermedades que afectan el movimiento celular.