El equipo de investigación, dirigido por la Dra. Sarah Robinson, analizó más de 100 muestras de manzanas que representan diversas variedades y prácticas de cultivo. Los resultados revelaron que los pesticidas penetran fácilmente en la pulpa de la manzana, alcanzando concentraciones que a menudo superan las encontradas en la piel.
Según el Dr. Robinson, "Pelar una manzana proporciona cierta reducción en la exposición a pesticidas en comparación con comer la fruta entera. Sin embargo, depender únicamente del pelado como estrategia de reducción de riesgos no es suficiente.
Los científicos utilizaron técnicas analíticas avanzadas para detectar y cuantificar una amplia gama de pesticidas en las muestras de manzanas. Encontraron múltiples pesticidas dentro de cada muestra, y algunos excedían los niveles máximos de residuos establecidos por las agencias reguladoras.
Una manzana analizada contenía residuos de seis pesticidas diferentes, lo que resalta la complejidad de la contaminación por pesticidas en los productos agrícolas.
Los hallazgos tienen implicaciones importantes para la salud pública, especialmente para las personas que consumen grandes cantidades de manzanas o aquellas con restricciones dietéticas específicas. Además, el estudio subraya la necesidad de regulaciones más estrictas sobre pesticidas y mejores prácticas agrícolas para minimizar los residuos químicos en frutas y verduras.
La investigación subraya la importancia de seguir investigando la penetración y acumulación de pesticidas en otras frutas y verduras de consumo común, así como en productos alimenticios procesados derivados de estas fuentes.
Al crear conciencia y aplicar medidas regulatorias, este estudio contribuye a los esfuerzos continuos para garantizar la seguridad alimentaria y reducir la exposición humana a residuos de pesticidas potencialmente dañinos.