Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden aportar beneficios para la salud del huésped. Se encuentran en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y la kombucha, así como en suplementos dietéticos.
La actividad de los probióticos es fundamental por sus beneficios para la salud. Sin embargo, puede resultar difícil medir la actividad probiótica de forma precisa y fiable. Esto se debe a que los probióticos son organismos complejos que pueden verse afectados por una variedad de factores, como la matriz del alimento, las condiciones de almacenamiento y la presencia de otros microorganismos.
Un equipo de químicos de la Universidad de California en Davis ha desarrollado una nueva herramienta para estudiar la actividad probiótica. La herramienta es un biosensor que puede detectar la producción de ácido láctico, que es un subproducto del proceso de fermentación llevado a cabo por los probióticos.
El biosensor está hecho de una fina película de oro recubierta con una capa de ADN. El ADN es complementario al ADN de las bacterias probióticas que se están estudiando. Cuando las bacterias probióticas entran en contacto con el biosensor, se unen al ADN y producen ácido láctico. El ácido láctico cambia las propiedades eléctricas de la película de oro, lo que puede detectarse mediante una computadora.
El biosensor se puede utilizar para medir la actividad de los probióticos en una variedad de productos alimenticios y suplementos dietéticos. También se puede utilizar para estudiar los efectos de diferentes factores sobre la actividad probiótica, como la temperatura, el pH y la presencia de otros microorganismos.
El desarrollo de esta nueva herramienta ayudará a los investigadores a comprender mejor la actividad de los probióticos y cómo se puede maximizar para obtener beneficios para la salud.
La importancia de la actividad probiótica
Los probióticos son esenciales para mantener un microbioma intestinal saludable. El microbioma intestinal es una comunidad de billones de microorganismos que viven en el intestino humano. Estos microorganismos juegan un papel vital en la digestión, la inmunidad y el metabolismo.
Los probióticos ayudan a mantener un equilibrio saludable de microorganismos en el intestino. También pueden ayudar a mejorar la digestión, reducir la inflamación y aumentar la inmunidad. Se ha demostrado que los probióticos son eficaces en el tratamiento de una variedad de afecciones de salud, como diarrea, estreñimiento, síndrome del intestino irritable y enfermedad de Crohn.
Los desafíos de medir la actividad probiótica
Medir la actividad de los probióticos puede resultar difícil porque los probióticos son organismos complejos que pueden verse afectados por una variedad de factores. Algunos de los desafíos de medir la actividad probiótica incluyen:
* Los probióticos pueden no ser viables. Los probióticos son microorganismos vivos, por lo que es importante asegurarse de que todavía estén vivos cuando se consumen.
* Es posible que los probióticos no puedan colonizar el intestino. Incluso si los probióticos son viables, es posible que no puedan colonizar el intestino y establecer una presencia a largo plazo.
* Es posible que los probióticos no produzcan los beneficios para la salud deseados. Incluso si los probióticos logran colonizar el intestino, es posible que no produzcan los beneficios para la salud deseados.
El nuevo biosensor para medir la actividad probiótica
El nuevo biosensor desarrollado por químicos de la Universidad de California en Davis es una poderosa herramienta para medir la actividad probiótica. El biosensor puede detectar la producción de ácido láctico, que es un subproducto del proceso de fermentación llevado a cabo por los probióticos. Esto permite a los investigadores medir la actividad probiótica de forma precisa y fiable.
El biosensor se puede utilizar para estudiar la actividad probiótica en una variedad de productos alimenticios y suplementos dietéticos. También se puede utilizar para estudiar los efectos de diferentes factores sobre la actividad probiótica, como la temperatura, el pH y la presencia de otros microorganismos.
El desarrollo de esta nueva herramienta ayudará a los investigadores a comprender mejor la actividad de los probióticos y cómo se puede maximizar para obtener beneficios para la salud.