Tipo de daño en el ADN: Diferentes vías de reparación de daños en el ADN están especializadas en el manejo de tipos específicos de daños en el ADN. Por ejemplo, la reparación por escisión de bases (BER) es responsable de reparar lesiones pequeñas y no voluminosas del ADN, como bases oxidadas y roturas de una sola hebra. Por otro lado, la recombinación homóloga (HR) y la unión de extremos no homólogos (NHEJ) participan en la reparación de roturas de doble hebra (DSB), que son lesiones del ADN más complejas y potencialmente letales.
Etapa del ciclo celular: La etapa del ciclo celular también influye en la elección de la vía de reparación del daño del ADN. En general, la HR es la vía de reparación de DSB predominante durante las fases S y G2 del ciclo celular cuando las cromátidas hermanas están disponibles como plantillas para una reparación precisa. Sin embargo, NHEJ puede operar durante todo el ciclo celular, incluso en células que no se dividen.
Disponibilidad de proteínas reparadoras: La disponibilidad y actividad de proteínas reparadoras específicas desempeñan un papel crucial en la determinación de la elección de la vía de reparación del daño del ADN. Por ejemplo, la presencia de las proteínas BRCA2 y RAD51 es esencial para la HR, mientras que las proteínas Ku70 y Ku80 son necesarias para la NHEJ. Si las proteínas clave para una vía particular son deficientes o mutadas, la célula puede depender de vías de reparación alternativas o sufrir mecanismos de reparación propensos a errores.
Vías de señalización de daños en el ADN: El daño al ADN desencadena la activación de varias vías de señalización que coordinan las respuestas celulares, incluida la reparación del ADN. Estas vías, como las vías ATM (ataxia-telangiectasia mutada) y ATR (ataxia-telangiectasia y relacionada con Rad3), ayudan a reclutar proteínas de reparación en el sitio del daño y promueven la elección de vías de reparación específicas.
Contexto celular y modificaciones epigenéticas: El contexto celular y las modificaciones epigenéticas también pueden influir en la selección de la vía de reparación del daño del ADN. Por ejemplo, ciertos tipos de daño en el ADN pueden ser más prevalentes en tipos de células o tejidos específicos, lo que lleva al uso preferencial de ciertas vías de reparación. Las modificaciones epigenéticas, como la metilación del ADN y las modificaciones de las histonas, pueden afectar la estructura y la accesibilidad de la cromatina, influyendo así en la eficiencia y la elección de las vías de reparación del ADN.
En resumen, las células seleccionan las vías de reparación del daño del ADN según el tipo de daño del ADN, la etapa del ciclo celular, la disponibilidad de proteínas reparadoras, las vías de señalización del daño del ADN y el contexto celular. La selección de la vía de reparación adecuada es fundamental para mantener la estabilidad genómica, prevenir mutaciones y garantizar el funcionamiento celular adecuado.