Los investigadores llevan mucho tiempo intrigados por la evolución de las vellosidades y cómo llegaron a ser una parte tan integral del sistema digestivo humano. Un estudio reciente profundizó en este tema comparando los intestinos de diferentes especies animales, ofreciendo nuevos conocimientos sobre el proceso de vilipendio, el proceso de desarrollo que da lugar a estas estructuras.
El equipo de investigadores se centró en dos especies principales para sus comparaciones:ratones y peces cebra. Los ratones, como mamíferos, comparten varias similitudes fisiológicas con los humanos, mientras que el pez cebra representa un linaje de vertebrados más distante. Al examinar ambas especies, los investigadores pretendieron identificar los mecanismos conservados que subyacen al desarrollo de las vellosidades.
Sus hallazgos revelaron sorprendentes similitudes entre ratones y peces cebra en términos de las vías celulares y moleculares implicadas en la formación de vellosidades. En ambas especies, un tipo específico de molécula de señalización llamada Wnt jugó un papel clave al ordenar a las células intestinales que se diferenciaran en células formadoras de vellosidades. Además, los investigadores descubrieron similitudes en la regulación genética de la villificación, lo que sugiere que algunos de los mecanismos moleculares que impulsan este proceso se han mantenido constantes a lo largo del tiempo evolutivo.
El estudio fue más allá de la simple identificación de vías conservadas. Al manipular la vía de señalización Wnt en el pez cebra, los investigadores pudieron inducir villificación en regiones intestinales que normalmente no desarrollarían estas estructuras. Este hallazgo demostró el potencial de la señalización Wnt para impulsar la vilipendiación en ubicaciones no canónicas, proporcionando información valiosa sobre la plasticidad del desarrollo del intestino.
Además, el equipo investigador observó una correlación entre la complejidad de las vellosidades intestinales y la dieta de las especies estudiadas. Las especies herbívoras, como los conejos, y las omnívoras, incluidos los cerdos, presentaban estructuras de vellosidades intrincadas en comparación con las especies carnívoras, como los gatos. Esta observación sugiere que las preferencias dietéticas pueden haber jugado un papel en la evolución de la virilización, enfatizando la estrecha conexión entre la morfología intestinal y los requerimientos de nutrientes.
En general, el estudio contribuye a nuestra comprensión de los procesos de desarrollo que dan lugar a las vellosidades esenciales en el intestino. Al comparar especies y aprovechar enfoques experimentales, los investigadores están revelando las complejidades de la vilipendio y obteniendo información sobre la dinámica evolutiva que ha dado forma al sistema digestivo humano.