Los investigadores descubrieron que el neumococo produce una pequeña molécula llamada neumolisina, que se une a un receptor de las células inmunes llamado receptor tipo Toll 4 (TLR4). Esta unión desencadena una cascada de eventos que conducen a la liberación de citocinas inflamatorias, que son proteínas que promueven la inflamación. La inflamación es una respuesta normal a la infección, pero en el caso de las infecciones neumocócicas, puede ser excesiva y provocar daño tisular e insuficiencia orgánica.
Los investigadores también descubrieron que la neumolisina puede dañar directamente las células inmunitarias, provocando que sufran apoptosis o muerte celular programada. Esto puede afectar aún más la capacidad del sistema inmunológico para combatir la infección.
El descubrimiento de cómo se comunica el neumococo con el sistema inmunológico del huésped podría conducir a nuevas formas de prevenir y tratar las infecciones neumocócicas. Por ejemplo, puede ser posible desarrollar fármacos que bloqueen la unión de la neumolisina a TLR4, o desarrollar vacunas que se dirijan a la neumolisina. Estas terapias podrían ayudar a reducir la incidencia y la gravedad de las infecciones neumocócicas, que son un importante problema de salud pública.
Las infecciones neumocócicas son una de las principales causas de neumonía, meningitis y sepsis, y se estima que causan más de 1 millón de muertes en todo el mundo cada año. Los ancianos, los muy jóvenes y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados corren mayor riesgo de desarrollar infecciones neumocócicas.