Varios factores contribuyen a la inestabilidad genómica en las células cancerosas:
- Defectos en los mecanismos de reparación del ADN:Las células cancerosas suelen tener defectos en las vías de reparación del ADN, que son responsables de corregir los errores que ocurren durante la replicación del ADN y otros procesos celulares. Estos defectos pueden provocar la acumulación de daños en el ADN no reparados, aumentando el riesgo de mutaciones y otras alteraciones genéticas.
- Disfunción de los telómeros:Los telómeros son secuencias de ADN especializadas que protegen los extremos de los cromosomas. En las células normales, los telómeros se acortan con cada división celular, lo que eventualmente conduce a la senescencia celular o apoptosis (muerte celular programada). Sin embargo, las células cancerosas pueden evitar este proceso mediante mecanismos como la activación de la telomerasa, lo que les permite dividirse indefinidamente y acumular mutaciones genéticas.
- Inestabilidad cromosómica:las células cancerosas frecuentemente exhiben inestabilidad cromosómica, caracterizada por un número anormal de cromosomas o reordenamientos estructurales dentro de los cromosomas. Estos cambios pueden deberse a errores durante la mitosis o la meiosis, los procesos de división celular que garantizan una distribución precisa del material genético a las células hijas.
- Estrés de replicación:las células cancerosas a menudo experimentan estrés de replicación, que ocurre cuando la maquinaria de replicación del ADN encuentra dificultades para sintetizar el ADN. El estrés de replicación puede provocar la formación de roturas de la doble cadena del ADN y otros daños en el ADN, lo que contribuye a la inestabilidad genómica.
- Activación de oncogenes:la activación de determinados oncogenes, como los que codifican proteínas implicadas en la regulación del ciclo celular, la señalización del factor de crecimiento y la respuesta al daño del ADN, puede promover la inestabilidad genómica. Estos oncogenes pueden alterar los procesos celulares normales, lo que provoca un mayor daño al ADN y una reparación deficiente del ADN.
La inestabilidad genómica en las células cancerosas permite la adquisición de mutaciones ventajosas que impulsan el crecimiento, la invasión, la metástasis y la resistencia al tratamiento del tumor. También contribuye a la heterogeneidad observada dentro de los tumores, donde diferentes subpoblaciones de células cancerosas pueden exhibir distintas alteraciones genéticas. Comprender los mecanismos subyacentes a la inestabilidad genómica en el cáncer es crucial para desarrollar estrategias para atacar y eliminar las células cancerosas sin afectar las células normales.