El fósil de Chengjiangocaris es importante porque conserva los detalles del plan corporal del animal, incluido su cuerpo segmentado, apéndices articulados y un par de antenas. Estas características son similares a las que se encuentran en los insectos, arañas y cangrejos modernos, lo que sugiere que estos animales comparten un ancestro evolutivo común.
Antes del descubrimiento del fósil de Chengjiangocaris, los científicos habían propuesto varias teorías sobre los orígenes de los insectos, arañas y cangrejos modernos. Algunos creían que estos animales evolucionaron a partir de un grupo de crustáceos primitivos, mientras que otros sugirieron que evolucionaron a partir de un grupo de animales parecidos a gusanos.
El fósil de Chengjiangocaris proporciona un fuerte apoyo a la teoría de que los insectos, arañas y cangrejos modernos evolucionaron a partir de un ancestro parecido a un gusano. Este descubrimiento ayuda a llenar un vacío en nuestra comprensión de la historia evolutiva de estos animales y proporciona información sobre los orígenes de algunos de los grupos de animales más diversos y exitosos de la Tierra.
El fósil de Chengjiangocaris fue descubierto en la Formación Chengjiang en la provincia china de Yunnan. La Formación Chengjiang es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es conocida por sus ricos depósitos de fósiles, que han aportado una gran cantidad de información sobre la evolución temprana de los animales.